martes, 18 de agosto de 2009

El dinero, la eterna dificultad

Mucha gente piensa siempre sobre la gente que está en la calle: "Que se busquen un trabajo, que hay mucho". El problema es que no valoran un hecho importante y real. La falta de dinero.

Sé que suena muy prosaico, pero afecta gravemente. Pondré algún ejemplo de amigos míos.

Un colega joven, de unos treinta y tantos cortos, consigue continuadamente trabajo. Pero también continuadamente está en la calle. Se preguntarán porqué. Pues el problema es muy sencillo.

Él consigue un trabajo por tres meses. El primer mes, hasta que cobra, vive en la calle. Cuando cobra se paga una habitación, 300 euros aproximadamente, y sale de la calle. Cuando se acaba el contrato, otra vez a la calle.

Un mes, dos meses, otra vez un contrato, el último fue por mes y medio. Otra vez a la calle.

Y así va sobreviviendo. Él se mantiene optimista y sigue luchando, pero yo pienso que si sigue así, sin ninguna ayuda práctica, real, llegará un momento en que abandonará.

Es tan difícil de entender que en muchos casos para evitar que la gente llegue definitivamente a la calle lo que necesitan son ayudas directas. Una habitación decente durante un tiempo que te permita ahorrar y organizarte tu vida.

Siempre he dicho que la gente que ya está en la calle tiene todo el derecho a la ayuda que le corresponde, pero que sobre todo habría que evitar que la gente que está bordeando la situación caiga en ella. Evitar que el número de indigentes crezca. Evitar que nadie más llegue a la calle.

Es fácil de conseguir. Ayudas directas y prácticas, no tonterías teóricas para seguir manteniendo el actual sistema caritativo y asistencialista.

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