jueves, 20 de agosto de 2009

JESUS ABANDONADO (MURCIA)

El Centro de Acogida y el comedor social están bajo la tutela de los Hermanos de la Orden de San Juan de Dios.
Junto a ellos trabajan psicólogos, trabajadores sociales, profesores para adultos, monitores de talleres y personal de servicios generales. Existe además una asociación de voluntarios que cuenta con 198 miembros.
  • Oficina de atencion al transeunte:
    C/ Baraundillo 3. Dotada de recepción, dos despachos y sala de espera, en la que trabajan recepcionistas y DTS. (M
    añana y tarde todos los días de la semana.)
  • Oficina de atencion al transeunte:
    C/ Baraundillo 3. Dotada de recepción, dos despachos y sala de espera, en la que trabajan recepcionistas y DTS. (M
    añana y tarde todos los días de la semana.)
  • Comedor social: C/ Barahundillo – junto a calle de Correos-. Servicio de comida para 144 personas, más refuerzo de bolsas de comida, si es necesario.
    Funciona todos los días del año al medio día y a la noche.( Dos turnos: Almuerzo 12,30 y 13 h; Cena 19,30 y 20 h.)
  • Ducha y ropería: a partir de las 9,30 de lunes a viernes. Atención a transeúntes que no utilicen el centro de acogida. La infraestructura obliga a establecer un tope de 60 personas al día. También disponen de un servicio de lavadero de ropa. Lunes y viernes, también hay un servicio de corte de pelo, para 10 personas.
  • Residencia: Centro con 48 plazas. (40 para hombres y 8 para mujeres). Se destina a la atención de transeúntes crónicos.
  • Atención y acompañamiento en gestiones económicas, sanitarias y jurídicas.
  • Actividades culturales.
  • Talleres ocupacionales.
  • Ayudas a personas necesitadas.
  • Bono ayuda “Jesús Abandonado”.
  • Comité de calle.

Recursos varios

OVIEDO
El comedor de las Hijas de la Caridad lleva desde 1888 dando de comer a todo el que lo necesite, pero actualmente lo hacen para nada más y nada menos que 200 personas en la comida y otras tantas en la cena. Atienden a los necesitados seis hermanas (una de las cuales tiene 93 años) y varios voluntarios.

Datos de interés
Hijas de la caridad
C/ San Vicente, 6. Oviedo


La Fundación Albergue Covadonga ofrece un hogar a quiénes duermen en la calle y dan alimento, ropa y cercanía a quiénes carecen de todo. Acoger a quiénes se sienten excluidos: toxicómanos, vagabundos, enfermos crónicos, inmigrantes... Realizando un importante esfuerzo para ayudar a su reinserción social, con iniciativas como un taller de velas.

Datos de interés:
C/ Diario El Comercio, s/n.
Teléfono: 985 358 434.
http://www.alberguecovadonga.com/

IBIZA

La organización católica Cáritas de Ibiza ha centrado su ayuda en estos tiempos de crisis en la atención a los más necesitados. Para ello, tiene en funcionamiento un comedor y un centro de día, que además es el único en toda la isla.

Datos de interés

Cáritas Ibiza- C/ Felipe II, 16
Comedor y centro de día- C/ Carlos III, 27
Teléfonos de contacto- 971 311 762 / 971 19 23 93


ALICANTE

En la ciudad de Alicante la iniciativa se ha centrado en el reparto de gafas a los pobres de forma gratuita. El Liosn Club International posee un centro de reciclaje de gafas con el que pretenden ayudar al menos a aquellas personas que viven momentos de dificultad.

Datos de interés

Lions Club Alicante
Calle Espronceda, 22
San Vicente de Raspeig, Alicante
www.lionsclubs.org

GUADALAJARA

En esta ciudad el albergue Betania ofrece alojamiento temporal para transeúntes que lo necesiten, además de un comedor social abierto a los cada vez más necesitados de la ciudad.

Datos de interés:
C/Segovia, s/n
Teléfono: 949 22 00 27
http://www.caritasiguenzaguadalajara.org/

MELILLA

La ciudad autónoma de Melilla posee el albergue San Vicente de Paúl donde ofrecen techo y comida para 48 personas. Además, ofrecen comida para más de 40 familias necesitadas.

Datos de interés

Albergue San Vicente de Paúl
Calle García Cabrelles, 91
Teléfono de contacto- 952 684 602

SANTA CRUZ DE TENERIFE

En la ciudad de Santa Cruz de Tenerife está en funcionamiento el comedor La Milagrosa que además de alimentar a los menos favorecidos ofrece un servicio de ducha y de lavandería.

Datos de interés

Comedor La Milagrosa
Calle La Noria, 5
Teléfono de contacto- 922 246 104

LA LAGUNA

En la ciudad canaria de La Laguna están en funcionamiento los comedores sociales de San Juán y de las Vicencianas.

Datos de interés

Cáritas Diocesana de Tenerife
Dirección: C/Juan Pablo II, 23. Santa Cruz de Tenerife. CP: 38004
Telefono: 922 277 212
Fax: 922 277 250
http://www.caritastenerife.org

LORCA (MURCIA)

En la localidad murciana de Lorca su iniciativa para poder ayudar a paliar la crisis se centra en la preparación de paquetes básicos de comida.

Datos de interés
Plaza Juan Moreno, Nº 3
LORCA Telefono : 968 47 74 18
E-mail : caritas_lorca@hotmail.com

VALENCIA

La Asociación Valenciana de Caridad tiene comedor, albergue, duchas, guardería, y otra serie de servicios para ayudar a los que allí se presenten.

Datos de interés:
Paseo de la Pechina, 9 - bajo
(46008) Valencia
Teléfono: 96 391 17 26 - 96 392 14 30
http://www.casacaridad.com

TOLEDO

En Toledo funciona un comedor social en la parroquia de San José Obrero, situado en el barrio industrial del "Polígono".

Datos de interés

Parroquia San José Obrero
C/ Alberche, 49.
(45007) Toledo
Teléfono de contacto- 925 23 00 81
http://www.sanjoseobrero.org/

PLASENCIA (CACERES)

En la localidad cacereña de Plasencia el pasado 18 de diciembre se abrió un comedor social llamado Casa Betania

Datos de interés

Comedor social Casa Betania
Calle Sánchez Polo, 6
Plasencia (Cáceres)

PAMPLONA

En el Centro San Fermín de Pamplona Cáritas acoge a todos los sin techo durante todo el año

Datos de interés

Centro San Fermín, Pamplona
C/ González Tablas, 8 Planta Baja
Teléfono: 948 24 72 42

PALMA DE MALLORCA

Asociación Zaqueo proporciona cena y techo para indigentes

Datos de interés:

Plaza de Mercadal, 1, bajos
Palma de Mallorca, 07002
Teléfono: 971 47 67 44
Correo electrónico: zaqueo@zaqueo.org
http://www.zaqueo.org/

CEUTA

Los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca proporcionan todo tipo de ayuda a los necesitados de Ceuta: albergue, comedor, social, ayuda a domicilio…

Datos de interés:
Teléfono: 956 50 54 40
http://www.fundacioncruzblanca.org/

SANTANDER

La cocina Económica de las Hijas de la Caridad mantiene un comedor y economato destinados a ofrecer productos básicos de higiene y limpieza para los necesitados que acuden a ella.

Datos de interés:

C/ Tantín, 27
Teléfono: 942 21 19 63

GRANADA
La Asociación Calor y Café de Granada acoge a las personas sin techo que por circunstancias muy diversas se encuentran en situación de exclusión social.

Datos de interés:

C/ Colegios, 3
Teléfono: 958 20 93 83
Calor_y_café@hotmail.com


JEREZ DE LA FRONTERA
Las Hijas de la Caridad mantienen en la ciudad gaditana de Jerez un comedor social que lleva más de un siglo funcionando y en el que actualmente se sirven y reparten cada día más de 400 raciones de comida entre familias, transeúntes y personas sin techo. Además cuenta con una guardería y un centro de día para las personas sin hogar.

Datos de interés:
Plaza Ponce de León, 1
Teléfono: 956 341 688


BALEARES Hoy entra en vigor la Ley de Servicios Sociales que establece que todo ciudadano tendrá garantizada comida, ropa y techo

Hoy entró en vigor la Ley de Servicios Sociales, que establece que todo ciudadano tendrá garantizados unos mínimos de comida, ropa y techo y que, en el actual marco de crisis económica, prevé la protección de las personas que se encuentran en situación de dificultad, especialmente en lo que se refiere a los colectivos más vulnerables.

Así, el pasado 2 de junio, el Parlament aprobó esta normativa, con la abstención del PP, mediante la cual Baleares se convirtió en la primera Comunidad Autónoma, que cuenta con una Ley de estas características y que contiene 139 artículos y cuatro disposiciones, mediante las cuales el Govern prevé, entre otras medidas, planificar y garantizar la cobertura de las prestaciones sociales a todos los ciudadanos.

A partir de su aprobación, se inició un periodo transitorio de una duración estimada de 18 meses que servirá para que la Conselleria dirigida por Fina Santiago mantenga conversaciones con los grupos parlamentarios, los Ayuntamientos y las diferentes entidades, con el fin de elaborar una cartera de serviciossociales que se aprobará por Decreto y que, como elemento básico de la Ley, definirá los 'derechos subjetivos' que cualquier persona podrá reclamar ante los tribunales.

De acuerdo a lo establecido en el texto de la normativa, una vez se haya valorado técnicamente que una persona o familia se encuentra en situación de necesidad que le impide acceder a una alimentación suficiente, la Administración estará obligada a suplirla a través de diversas posibilidades, como el establecimiento de comedores sociales,bolsas de alimentos y becas para comedores

Si la Administración no lo hace, el afectado podrá acudir a tribunales para exigir el cumplimiento de este derecho subjetivo a no pasar hambre. El PP se abstuvo argumentando que no queda claro quién asumirá el coste de las garantías que contempla la ley.

Conviene señalar que otras comunidades tienen medidas similares dentro de la cartera de servicios sociales de las respectivas consellerias de Asuntos Sociales. Sin embargo, las islas se convirtieron en la primera región que vincula a una ley la garantía de estos derechos, en las mismas condiciones que la sanidad y la escolarización gratuita.

martes, 18 de agosto de 2009

COMEDORES GRATUITOS EN BARCELONA

ESGLESIA EXERCIT DE SALVACIO.
"DESAYUNOS"
Robí 18 bajosComo ir: Metro L3 Bus: 39.Dan desayuno de Lunes a Viernes de 8 a 10 h

MAÑANA EN CIA (FRANCISCANOS CONVENTUALES)
"DESAYUNO"
Elisa, 23Como ir: F.G.C. L7. Bus: 16, 17, 74, N0De Lunes a Viernes.Horario de 10.30 a 12 horas.

FILLES DE LA CARITAT
"DESAYUNO"
Provença, 389 (Desayunos de Lunes a Domingo)Como ir: Metro L2, L5. Bus: 19, 33, 34, 43, 44, 50, N1

CENTRE LA YAYA LLUISA.
"DESAYUNO"
Plaça del Raspal, 1Dias: Martes y Jueves de 9 a 11 horas.Como ir: Metro L4. Bus: 20, 39, 45, 47

CONGREGACION RELIGIOSA HIJAS DE SAN JOSE.
"COMIDA MEDIO DIA"
C/ Ganduxer, 98De Lunes a Sabado a les 14 horasComo ir: F.G.C. L6. Bus: 14, 70, 72Obs
Hay que ir a las 12 horas a coger numero para reservarse un plato de comida.

COMEDOR REINA DE LA PAZ
. "COMIDA MEDIO DIA"
C/ Arc de Sant Agusti, s/nLunes, Martes, Miercoles, Viernes, Sabado y Domingo
Jueves CERRADOHorario: de 10.30 a 12.00 horas.Metro: L3 Liceu.

NUEVA VIDA.
"CENA"
Robadors, 7Como ir: Metro L3. Bus: 20, 22, 36, 57, 63, 64, 75, 78, 157Dan bocadillos los Lunes, Martes, Miercoles, Viernes y Domingo a las 20 horas.
Todos los Sabados Cena Caliente a las 19:30 horas.

PARROQUIA MARIA REINA. EL PA DE SANT OLEGUER
"CENAS"
C/ Moneders s/nComo ir: Bus 22, 63, 75, 78.De Lunes a Sabado a las 18 horas.
Dan plato caliente.

COMUNITAT DE SANT EGIDIO.
"CENA"
Pl. Pedró, 1 baixos.Como ir: Metro L2. Bus: 24, 64, N6
Dan Cena ambulante: Zona Estació de Sants, Sagrada Familia, Estació de Nord i Ciutat Vella.

LA TERRASETA
"CENAS"
C/ Fraternitat, 40 (Barrio de Gracia)Como ir: Metro L3 o L4.Horario: 18.00 horas.De Lunes a Domingo

Comedores gratuitos en Madrid

Desayunos y comidas-

Comedor Social de la Comunidad de Madrid(Gestionado por Cruz Roja).
c/ Canarias, 5. Metro: Palos de la Frontera (línea 3, amarilla).
La duración de la prestación es hasta tres meses.
Para solicitar el acceso hay que ir a la sede de CruzRoja (c/ Juan Montalvo, 3 1ª planta Metro: Cuatro Caminos, línea 1, azul, línea 2, roja y línea 6, gris) o a cualquier otra entidad que mande informe de derivación a Cruz Roja. Tfno: 915359330-

Comedor Social “María Inmaculada”
Pº General Martínez Campos, 18. Metro: Iglesia (línea 1, azul) y Alonso Cano (línea 7, naranja).
Comida caliente todos los días en tres turnos (11h, 12h y 13h).
Hace falta recoger cita previa los lunes, martes, jueves y viernes a las 9h.
Es probablemente el mejor sitio de comidas gratuitas de Madrid.
Tfno: 91 446 61 67-

Comedor Social-Centro de Día Luz Casanova.
c/ José Marañón, 15-E. Metro: Alonso Martínez (línea 4, marrón, y línea 5, verde).
Horario: de 11h a 15h. Si vas por primera vez tienes que estar a las 11h. para una entrevista con la trabajadora social, que te facilitará una tarjeta para sucesivas comidas. (También tienen duchas y ropa).Tfno: 91 445 41 69 .

Comedor “San Alfonso”
c/ Mesón de Paredes 78. Metro: Embajadores (línea 3, amarilla) o Lavapies (línea 3, amarilla).
Una comida caliente todos los días a partir de las 12h (hace falta recoger cita previa a las 11:30). Los domingos dan bocadillo en lugar de comida caliente. Tfno: 91 528 57 05 .

Comedor “Ave María”
c/ Doctor Cortezo 4. Metro: Tirso de Molina (línea 1, azul).
Desayunos y bocadillos todos los días: de 9h a 11h. Es poco acogedor, pero la ventaja es que no hay límite de plazas: dan de comer a todo el mundo que llegue. Tfno: 91 429 39 97 .

Comedor “San Francisco”
c/ General Asensio Cabanillas, 23 y 25. Metro: Metropolitano (línea 6, gris).
De lunes a sábado de11h a 13:30. Los domingos y festivos de 11h a 12h. Dan bocadillos y fruta. Hay que pedir número.Tfno: 91 535 00 62 .

Comedor en Centro-Social “La Casika“
c/ Montero, 15 (Móstoles). En metro sur (línea 12, verdeamarilla): Pradillo; en Cercanías: Móstoles; en autobús: 521, N501 (desde Príncipe Pío); en coche: desde Madrid, carretera de Extremadura (A5) hasta desvío Móstoles.
Todos los Domingos, entre 15h y 16h. No es un comedor religioso, sino que forma parte de un centro social: un lugar donde la gente se junta y se organiza para cubrir necesidades comunes, poner en marcha iniciativas, etc.

LOS SIN TECHO ¿Los conocemos?

Cuando hablamos de una persona Sin techo nos imaginamos un individuo sucio, mal vestido, que huele muy mal y va arrastrando unos cartones medio rotos. Pensamos quizás en un individuo hecho polvo, agarrado a un "tetrabrick" de vino y que habla en voz alta desvariando. Hasta alcanzamos a verlo durmiendo en los soportales de alguna iglesia o en algún cajero automático, cuando no lo esquivamos o desviamos la mirada para no sentirnos afectados. Lo que define a esta persona es la falta de un techo.Si hablamos de una persona Sin hogar, también nos referimos a aquellas personas que si bien tienen un techo en el sentido literal de la palabra les falta todo lo que supone vivir en un hogar verdadero. Malviven quizás en algún albergue o en una pensión barata de ésas que se pretende eliminar para "poner guapa" a la ciudad. Pero carecen de las mínimas condiciones de vivienda que les permitan vivir con dignidad, el calor de una familia, el apoyo de un grupo de amigos... Hay muchas personas que son Sin hogar, pero están ocultas puesto que la soledad, el sufrimiento y la angustia se pueden disfrazar. Pero no por ello su situación deja de ser un auténtico drama.Es difícil encontrar en los medios de comunicación alguna noticia que haga referencia a las personas Sin hogar, a no ser para hablar de algún acto violento o de alguna muerte –digo, alguna porque de la mayor parte de las muertes de los pobres y de los excluidos ni se habla.

.¿Se puede hablar de culpables?

Si nos adentramos un poco en el mundo de la exclusión vemos que todo es bastante más complicado de lo que parece a primera vista o, al menos, de lo que pretenden transmitirnos los "dominadores sociales". No se puede hablar de culpables. Y, si se puede quizá sea sin pensar en los que pensamos...De hecho, si observamos las interioridades del funcionamiento social, nos damos cuenta de que casi siempre las personas excluidas han llegado a esa situación empujadas por las circunstancias que les ha "tocado" vivir, como por una trágica "lotería". Preguntémonos si no: ¿Quién ha elegido nacer en un país o en otro? ¿Quién ha podido elegir una familia en la que las relaciones humanas han sido constructivas o destructivas? ¿Ha tenido las mismas oportunidades de formación cultural el hijo de un médico que el hijo de un trabajador en paro? ¿He podido escoger un padre que no fuese alcohólico o drogodependiente o una madre prostituta o me ha venido impuesto?

Algunas causas estructurales

En segundo lugar, hay que intentar profundizar en las causas que han llevado a estas personas a vivir una situación de exclusión social.
Sistema económico
No podemos pasar por alto las causas estructurales económicas. Las dificultades para acceder al mercado de trabajo, la incorporación de nuevas tecnologías, la explotación de la mano de obra en los países en vías de desarrollo debido a la mundialización... han "reventado" los precios y las condiciones del mercado laboral de los países desarrollados y han dejado al margen a muchas personas que no han sido capaces de aguantar la presión tan fuerte a la que se han visto sometidos, convirtiéndose en parados de larga duración, con edades avanzadas, poca cualificación profesional y sin perspectivas de futuro. Las grandes empresas se han enriquecido a costa de los trabajadores de este país o de otros, que a duras penas pueden llegar a fin de mes.Pero como estamos en una sociedad de bienestar y parece impresentable tener tantas personas en situación de indignidad, nos hemos inventado las Pensiones No Contributivas y el PIRMI (Renta Mínima de Inserción) que son poco más de 400€/mes. ¿Quién es el héroe que puede vivir con este dinero al mes, pagándose una habitación o una pensión y teniendo que comer, vestirse, etc.? Evidentemente, esto no puede hacerlo nadie y las ONG tienen que estar detrás, ofreciendo apoyo para que la gente no termine en la calle.
Sistema educativo
Además, entre las causas estructurales, hay que hablar de los sistemas educativos vigentes, que también excluyen a muchos niños y adolescentes, culpabilizándolos de ser nerviosos, inestables, poco estudiosos y creadores de problemas. En lugar de afrontar estos problemas, los niños acaban en la calle todo el día, expulsados del colegio, descontrolados y sin puntos de referencia educativos, obligados a convertirse en autodidactas. Las cifras de fracaso escolar, naturalmente, se ocultan.
Sistema sanitario
Por otro lado, tampoco cabe ignorar la exclusión que padecen estas personas en el ámbito sanitario. ¡Cuántas veces hemos acompañado a una persona "Sin hogar" al médico y ha recibido un trato denigrante!... Como es lógico, cuando salen de la consulta, dicen que no quieren saber nada más del personal sanitario y, en consecuencia, no vuelven.Lo mismo ocurre con la red de salud mental, con lo que nos hallamos ante una desconexión total del mundo sanitario. Y, luego, en lugar de replantear la atención de la sociedad a estas personas, volvemos a culpabilizarlas porque no hay manera de que vayan al médico o al equipo de salud mental. Algo sigue fallando...
Recursos sociales
Si seguimos reflexionando, podemos pensar en el acceso de las personas Sin hogar a los recursos sociales. Se da el caso de que cuando tienen una urgencia, como podría ser la necesidad de un lugar para dormir o para comer, se les burocratiza de tal forma que se encuentran yendo de una persona a otra, sin rumbo fijo y sin encontrar respuesta, y acaban durmiendo en la calle o teniendo que pedir a la gente un bocadillo para comer.Me ha sucedido el caso de tener que buscar un lugar para que pudiese dormir y me han dado cita con la trabajadora social al cabo de 15 días. De este modo, quizás ya ha quedado justificado el sueldo de la trabajadora social, puesto que me ha señalado una cita.También es fácil imaginar lo que suele ocurrir a quien sale de la cárcel, sin respaldo familiar y sin ninguna persona que lo apoye. Tras haber cumplido con la justicia y con la sociedad, cuando ha acabado de cumplir la condena, le tramitamos los papeles para que empiece a cobrar el paro y, con mucha suerte, empezará a cobrarlo transcurridos dos meses. ¿Qué tiene que hacer durante este tiempo para poder sobrevivir? ¿Pedir? ¿Robar con riesgo de volver a la cárcel? ¿O buscar trabajo? ¿Y quién es el empresario que da trabajo a una persona recién salida de la cárcel...?

Los Sin hogar resultan molestos en nuestra civilización

La lista de casos puede aumentar indefinidamente pues es lo que nos toca sufrir a diario. En definitiva, nos encontramos con que, si bien para la Administración las personas Sin hogar son molestas, por otro lado parece que no les molesta perpetuarlos. Gastos suntuosos o hasta faraónicos en mil "guggenheims" diversos, resultan más electorales y más rentables que gastos sociales urgentes. Es como si se cumpliera una vez más aquello de que para que haya ricos, necesariamente tiene que haber pobres, porque la riqueza es un término relativo a la pobreza. Así pues, lo que hace la Administración es dar respuestas aisladas y descoordinadas, tratando de poner "parches" para que no estalle el globo que se va hinchando. Las personas que reciben las demandas constantes de este colectivo se queman con facilidad y la eficacia queda anulada. No vemos que se piense en un plan de intervención global y multidisciplinario, que contase con la coordinación de los diferentes departamentos de las Administraciones, para abarcar las múltiples dimensiones que afectan a las personas Sin hogar.

Recuperar la dignidad

En la creación de estos espacios vitales desempeñamos un papel fundamental todos los ciudadanos. No es una tarea que podamos dejar en manos de las instituciones públicas o privadas sino que todos tenemos una responsabilidad personal y colectiva.Cuando hemos sido capaces de traspasar esta frontera, ya no nos topamos por la calle con una persona sucia y asquerosa. Desde ese momento empezamos a encontrarnos con Jaime, Pedro, Pepita... Tienen un nombre y una historia, pero también tienen unos derechos que a menudo hemos dejado aparcados a un lado, y que hemos de ayudarles a recuperar. Lo que no hagas tú quedará por hacer y no pienses que otro lo hará por ti.Reflexión final: ¿reinserción?Tendríamos que preguntarnos: ¿Dónde queremos que se reinserten las personas Sin hogar? ¿En una sociedad que ya los ha marginado y que volverá a dejarlos de lado en cuanto asomen un poco la cabeza? La reinserción ¿no es más un deseo nuestro (de los que vivimos tranquilamente dentro del sistema) que una necesidad suya? Hemos de plantear una línea de trabajo en el plano individual para que la persona pueda avanzar hacia la máxima normalización posible en su vida (es preferible hablar de normalización que de reinserción), a partir de sus capacidades y su potencial. Para cosechar éxitos en este aspecto individual es muy importante el trato humano, es decir, acoger bien a la persona, ir creando confianza desde una gran proximidad e ir delegándole responsabilidades. Y los objetivos que debemos plantearnos con cada una de ellas tienen que ser muy sencillos, para ir alcanzándolos en una trayectoria ascendente. No podemos olvidar las recaídas o los retrocesos. En todo caso, nunca se debe dar un caso por perdido porque nos llevamos muchas sorpresas.Por eso es fundamental ir trabajando los aspectos sencillos de convivencia, que nosotros hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida en el entorno más íntimo que ellos no han tenido. Esto significa que tenemos que respetar sus ritmos de aprendizaje. Tener muy claro que mi ritmo no es el de los demás. También tenemos que ser conscientes de que años y años de vivir en la calle no pueden recuperarse en un mes, ni en dos, ni siquiera en un año.Vale la pena crear espacios de convivencia donde se fomente el respeto y la tolerancia hacia la diferencia. La sociedad no cambia en función de montajes espectaculares. Los grandes cambios sociales han llegado siempre de manera desapercibida a partir de las pequeñas cosas que hace cada uno. Si somos capaces de ir creando un entorno que acepte al otro con la única pretensión de ver una persona, posiblemente con mucho sufrimiento a sus espaldas, contribuiremos a crear espacios de convivencia aptos para todos...

Casas de Baños (Madrid)


Las Casas de Baños comenzaron a proliferar en Madrid entre las décadas de 1820 y 1830. Normalmente estaban abiertas durante los meses de verano y sólo muy pocas de ellas abrían todo el año. Contaban con baños gaseosos y de vapor, e incluso, realizaban servicios a domicilio.
Actualmente, son baños públicos. Su coste es 0.15€, los usuarios disponen de 20 minutos y deben llevar lo necesario para la ducha: toalla, jabón, étc.
El perfil de los usuarios responde a vecinos que carecen de ducha en sus viviendas, personas sin hogar y población marginal.
El personal que trabaja en estos centros son funcionarios que llevan el registro y el servicio de limpieza.
Las tres casas de baños de Madrid:

Embajadores: c/Bravo Murillo, 133.

Metro: Álvaro.

Autobuses: 3, 64, 124, 127 y 128.

Teléfono: 91.533.59.24.

Horario: L-V 9.15-14.15 y 15.15-20.15.


Embajadores: c/Glorieta de Embajadores, s/n.

Metro: Embajadores.

Autobuses: 27,34, 36,41, 48, 60, 78, 116, 118 y 119.

Teléfono: 91.527.27.49Horario: L-V 8.30-13:30.


Plaza de la Cebada, 1.

Metro: La Latina.

Autobuses: 17, 18, 23, 25 y 60.

Teléfono: 91.365.76.19.Horario: L-V 8.30-20.30


La Casa de Baños de Embajadores fue construida entre los años 1920 y 1930, fue remodelada en el año 1989. Los trabajos implicaron el cierre del establecimiento entre febrero de 1989 y abril de 1991. En el año 2001 se tuvo que demoler el antiguo edificio y edificar el actual, adaptado a todas las normas legales y vigentes.En el 2005 se inaugura la Casa de Baños de Embajadores, ésta consta de tres plantas y un ático. La planta baja destinada a las mujeres y la primera a los hombres.Se han instalado 59 duchas de las que 17 son adaptadas. En distribución por plantas: planta baja, 15 cabinas, y 22 duchas en cada una de las plantas restantes.

CEDIA 24 HORAS (Madrid)

CEDIA es un Centro de Atención Integral a personas Sin Hogar que funciona las 24 horas del día. Es un dispositivo integrado en el Proyecto Sal de la Calle en colaboración con la Comunidad de Madrid y forma parte de FACIAM (Federación de Asociaciones de Atención a Personas sin Hogar).
CEDIA pertenece a Cáritas Madrid y desarrolla una serie de programas:
1. CENTRO DE DÍA: donde se da acogida, información, servicios técnicos (trabajo social, psicología, servicio médico, asesoría jurídica y podología), servicios de atención básica (aseo personal, lavandería, cafetería, prensa, y enfermería básica), talleres ocupacionales (cultura y conocimiento del medio), talleres terapeúticos (grupo de apoyo, habilidades sociales) y actividades de sala (escuela de salud, taller de prensa, actividades de ocio, cine forum y televisión).
2. CENTRO DE NOCHE, los servicios que ofrecen: acogida noctura, servicios de atención básica, información y orientación y oftalmología.
3. SERVICIOS DE EMERGENCIA: servicios de Trabajo Social, atención telefónica permanente y plazas de acogida para emergencias nocturnas (siete camas, cuna y aseo).
4. PISO ALTERNATIVO A LA CONVIVENCIA: un piso de dos plazas.
5. OTROS SERVICIOS DE LA RED DE CARITAS: residencias, UACI (Unidad de Acompañamiento a la Inserción), talleres sociolaborales, servicio de orientación e información de empleo, étc.

Más información:

CáritasFACIAM

CEDIA es un centro asociado a FACIAM.
FACIAM es una organización integrada por diferentes entidades, organizaciones y centros que trabajan a favor de personas marginadas, de modo que contribuyan a su integración en la sociedad que les ha dejado de lado.
¿Qué es Cáritas?
Es un organismo oficial de la Iglesia.
Cáritas en Madrid desarrolla su acción en la diócesis de Madrid, formada por la capital y las zonas metropolitanas y rurales.
Sus objetivos son la de promover, orientar, coordinar y federar la acción caritativa y social.
Cáritas Madrid es miembro de Cáritas Española y se constituye como una organización sin ánimo de lucro.

Casa caridad(Valencia)





QUÉ HACEMOS

En Casa Caridad queremos ser una puerta abierta a la esperanza para los más necesitados y por ello nuestra labor va más allá de prestar cobijo y alimento. La atención al usuario se realiza desde distintos servicios dirigidos a cubrir las distintas necesidades de cada persona que requiere nuestra ayuda. El contacto personalizado y continuo del equipo de trabajadores sociales con cada uno de los usuarios tiene como objetivo encontrar soluciones duraderas que consigan integrar a las personas en la sociedad.

EL COMEDOR.


La capacidad de nuestro comedor es de 200 plazas, aunque debido al horario ininterrumpido del servicio (de 12.30h a 14.00h), esta cifra puede aumentar en función de los usuarios que acudan al centro. El comedor está distribuido en mesas de cuatro, favoreciendo la cercanía y la interrelación personal de los usuarios.EL ALBERGUE. Consta de 50 habitaciones individuales y 10 dobles o triples, distribuidas en dos pisos. En total, 70 plazas, de las que, al menos dos, se reservan a casos de emergencia. Las personas albergadas disponen de servicio de consigna, higiene (se les facilita lo necesario para el aseo personal), lavadero, peluquería y atención social.




ESCUELA INFANTIL.




La Escuela Infantil de Casa Caridad atiende de manera gratuita a niños con edades comprendidas entre 1 y 3 años, en situación o riesgo de exclusión social. El objetivo es procurarles un ambiente normalizado, facilitando a sus familias la conciliación de la vida familiar y laboral, al tiempo que los niños reciben una educación adecuada a su edad. El centro imparte a los alumnos los conocimientos propios del Primer Ciclo de Educación Infantil, trabajando los contenidos y objetivos establecidos por la Conselleria de Educación. Pero además, dado el perfil de los niños matriculados, no sólo se trabajan dichos conocimientos, sino que además se presta especial atención al desarrollo de hábitos básicos (higiene, alimentación, descanso…) y al establecimiento de habilidades sociales. La escuela cuenta con 33 plazas siendo, tres de ellas de emergencia, reservadas para atender puntualmente a niños acogidos en el Albergue.


PROGRAMA ESCUELA-FAMILIA


Además de procurar la educación a los pequeños, la Escuela Infantil también trabaja con las familias. A través del Programa Escuela-Familia, llevado a cabo por un trabajador social, se programan una serie de charlas/talleres formativos, de forma quincenal y dentro del horario escolar, sobre temas de interés para los padres (planificación familiar, drogodependencias, enfermedades de transmisión sexual, pautas de higiene y alimentación, técnicas de búsqueda de empleo, etc.). Por otra parte, el Programa también presta atención social a las familias, proporcionándoles información y orientación en temas relacionados con el empleo, la formación, la vivienda, la atención jurídica y psicológica, etc.




EL CENTRO DE DÍA.




En las antiguas instalaciones del albergue se ha creado un Centro de Día para transeúntes crónicos, tanto usuarios del comedor como del albergue, para facilitar un espacio de convivencia y participación. El objetivo es detener los procesos de deterioro personal y exclusión social en los que se encuentran inmersos, así como potenciar sus capacidades y aptitudes. Se trabajan hábitos básicos (higiene, puntualidad, relaciones sociales) por medio de diferentes talleres: manualidades, cocina, alfabetización, taller de prensa, educación para la salud, salidas de ocio y tiempo libre...



SERVICIO DE HIGIENE Y ROPERO.


El servicio de higiene está diseñado para que todas aquellas personas que viven en la calle puedan mantener sus costumbres y hábitos de higiene. El objetivo es dignificarlas a través de su propio cuidado personal, fomentando hábitos de vida saludables y aumentando la autoestima. De lunes a sábado, de 10.00h a 11.30h, Casa Caridad pone a disposición de estos usuarios un servicio de duchas gratuito, donde se les facilita todo lo necesario para cuidar su higiene (gel, toallas, champú…). También un día a la semana pueden acudir al servicio de peluquería. Además de las duchas, los usuarios pueden disponer del servicio de lavandería para lavar su ropa y mantenerla así cuidada. Por su parte, el ropero de Casa Caridad está compuesto exclusivamente de ropa sin estrenar que, en la mayoría de casos, provienen de donaciones efectuadas por empresas. De este modo, se pretende crear y fomentar en los usuarios la conciencia del cuidado y valor de la ropa. El horario de entrega de la ropa es de 10.30h a 12.30h.

PROGRAMAS


Además de los Servicios Generales y de la Escuela Infantil en Casa Caridad contamos con una serie de programas para facilitar la reinserción social de los usuarios. Así, el programa de búsqueda de vivienda informa y asesora a aquellas personas que necesitan alquilar un piso o habitación, facilitándoles el acceso a todos los recursos disponibles para acceder a una vivienda digna. Por otro lado, el servicio de ocio y tiempo libre programa periódicamente una serie de actividades (excursiones, cine forum, coro…) para contribuir a la normalización de las personas sin hogar o en situaciones extremas. Por último, las clases de español, programadas 4 días a la semana en dos niveles de conocimiento e impartidas por voluntarios, facilitan a los usuarios inmigrantes el aprendizaje del idioma de su país de destino, para ayudarles en su inserción social.

El centro para los ‘sin techo’ de Torneo acoge a 2.448 usuarios

El dispositivo de alojamiento de baja exigencia para las personas sin techo, que funciona en el Paseo Juan Carlos I desde el pasado año, cuenta desde ahora con un nuevo edificio que ha sido adaptado para las necesidades de este colectivo y que ofrece entre 20 y 26 plazas, dependiendo de la demanda.
El servicio que el Ayuntamiento puso en marcha el pasado verano con motivo de la ola de calor ya ha atendido a 2.448 usuarios, el 80 por ciento hombres. Si se tiene en cuenta que este dispositivo ya comenzó a funcionar el pasado invierno, con la apertura de la Sala Guadalquivir, la cifra de usuarios asciende a 5.000.
135.000 euros de presupuesto
Con este nuevo centro construido por el Ayuntamiento, con un presupuesto de 135.000 euros, se han mejorado las instalaciones para adaptar sus servicios a los sin techo que se consideran crónicos porque, en principio, no desean ser rehabilitados ni aportar su documentación.
Este dispositivo funciona de 14.00 a 8.00 y el acceso se realiza por orden de llegada. El centro dispone de aseos, duchas, dos dormitorios, una sala de estar y una cocina que presta servicio de comidas.
La consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, y el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, acudieron ayer a la inauguración de este centro. Navarro destacó la importancia de la puesta en marcha de este centro teniendo en cuenta la bajada de las temperaturas de los próximos días. "Nadie puede dormir tranquilo, sobre todo los que tenemos responsabilidades, sabiendo que hay gente que duerme en la calle", dijo.
Por su parte, el alcalde recalcó que aunque la crisis obligue a "ajustar el presupuesto, el gasto en política social no se puede ver mermado".
Virgen de los Reyes, en diciembre
La delegada municipal de Bienestar Social, Ana Gómez, avanzó ayer que el Hogar Virgen de los Reyes albergará otro centro de baja exigencia a partir del mes que viene. Este dispositivo también contará con unas 20 plazas y la idea es que acoja a las mujeres que se encuentran sin hogar, mientras que el del Paseo Juan Carlos I se destinará sólo a los hombres. A estos centros se unirán las 156 plazas del albergue a partir de enero.
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El juicio permanente o la desconfianza

Cuando alguien llega a la calle, queda marcado de por vida. Él a lo mejor lo supera, pero no la sociedad.

Tengo un buen amigo, al que aprecio mucho porque sé lo que le ha costado salir, que siempre me comenta: "Mira, Pedro, cada vez que voy al centro de día donde tenía mi empadronamiento y domiciliados los recibos del banco, por si acaso llega algo, me miran con cara de sorpresa y me preguntan ¿ah, pero sigues con el mismo trabajo? Nunca me han felicitado por haber salido". Él lleva más de un año fuera de la calle.

Todo el mundo espera que "recaiga", la desconfianza es permanente.

Volvemos a lo del juicio permanente. Si llegó a la calle por algo habrá sido. No es trigo limpio. Volverá.

Por eso el miedo de la gente de la calle a contarlo. Cuando salen lo ocultan, saben que serán juzgados y no con benevolencia.

No solamente esto. Cuando llegas por primera vez a un albergue, quedas marcado. Para el resto de tus días será "tu albergue de referencia". Es decir, que si por lo que sea, esas casualidades de la vida, consigues salir y vuelves a recaer, estás obligado a volver al mismo. Aunque esté lleno y no haya plazas, es el tuyo y no puedes ir a otro.

Por supuesto si en "tu" albergue te ven volver no te dirán eso de "no pasa nada, a volverlo a intentar", sino aquello de "ya te lo decía yo".

Tengo otro buen amigo al que le ha costado tres veces conseguir salir de verdad y estabilizarse. Hoy me ha invitado a comer y prometo escribir sus crónicas. Lleva ya dos años fuera de la calle y tiene 60 años. Siempre dice "nunca se fiaron de mi capacidad para luchar y conseguirlo".

Estamos sometidos al juicio permanente, a la desconfianza más absoluta. En el fondo no creen que merezcamos otra oportunidad. No haber fracasado.

Y con este concepto mental, ¿cómo creen ustedes que son las ayudas?

¿Para ayudar a salir o dando por hecho que no vamos a salir nunca?

El estigma de la calle es como la marca indeleble de los sacramentos. Somos distintos nos guste o no.

Diferencias apreciables

Cuántas veces hemos visto a un pobre hombre, muchas veces mayor, tirado en la calle y el comentario que hemos hecho o el que hemos oído ha sido: "Es un alcohólico".

Y cuántas veces hemos tenido un amigo o conocido, con problemas de alcohol y el comentario que hemos hecho o hemos oído ha sido: "Tiene un problema".

En el primer caso el comentario siempre ha sido despreciativo, como si ese pobre hombre hubiera elegido su enfermedad y su forma de vida y no tuviera remedio.

En el segundo como un análisis de un problema habitual en la sociedad pero que tiene remedio.

Y yo me pregunto: ¿Cuál es la diferencia entre un alcohólico con casa y un alcohólico con dos cartones?

Muchos dirán "la casa". Pues sólo en parte.

El principal problema es la capacidad de acceder a una correcta asistencia sanitaria.

El alcoholismo, no lo olvidemos, es una enfermedad, definida así por la OMS: "Un estado de cambio en el comportamiento de un individuo, que incluye, además de una alteración que se manifiesta por el consumo franco de bebidas alcohólicas una continuidad de este consumo de manera no aprobada en su ambiente socio-cultural, a pesar de las dolorosas consecuencias directas que puede sufrir como enfermedades físicas, rechazo por parte de la familia, perjuicios económicos, y sanciones penales... un estado de alteración subjetiva, en el que se deteriora el dominio de la persona dependiente, sobre su forma de beber, existe la urgencia de ingerir alcohol y se pone de manifiesto una IMPORTANCIA FUNDAMENTAL DEL ALCOHOL, en que el planteamiento de las ocasiones de beber, puede tener preferencia sobre resto de sus actividades. Además de estos cambios, se observa un estado de alteración psicobiológica, con signos y síntomas a la privación del alcohol. Ingestión de bebidas alcohólicas para lograr su alivio y aumento de la tolerancia".

Tengo amigos que empezaron a beber con 8 años, siguiendo el ejemplo de sus padres, con 13 años, "la gracieta malagueña" como lo define él, otros que empezaron en la calle y después de más de 3 años de calle son enfermos del brick.

El problema es que en nuestra cultura todavía no lo consideramos una enfermedad real, más bien un vicio. Culpabilizamos al enfermo.

Por ello es difícil acceder a un correcto tratamiento sanitario.

Y para alguien que está en la calle ni les cuento. ¿Saben cuánta gente se ha hecho alcohólica después de llegar a la calle?

El dinero, la eterna dificultad

Mucha gente piensa siempre sobre la gente que está en la calle: "Que se busquen un trabajo, que hay mucho". El problema es que no valoran un hecho importante y real. La falta de dinero.

Sé que suena muy prosaico, pero afecta gravemente. Pondré algún ejemplo de amigos míos.

Un colega joven, de unos treinta y tantos cortos, consigue continuadamente trabajo. Pero también continuadamente está en la calle. Se preguntarán porqué. Pues el problema es muy sencillo.

Él consigue un trabajo por tres meses. El primer mes, hasta que cobra, vive en la calle. Cuando cobra se paga una habitación, 300 euros aproximadamente, y sale de la calle. Cuando se acaba el contrato, otra vez a la calle.

Un mes, dos meses, otra vez un contrato, el último fue por mes y medio. Otra vez a la calle.

Y así va sobreviviendo. Él se mantiene optimista y sigue luchando, pero yo pienso que si sigue así, sin ninguna ayuda práctica, real, llegará un momento en que abandonará.

Es tan difícil de entender que en muchos casos para evitar que la gente llegue definitivamente a la calle lo que necesitan son ayudas directas. Una habitación decente durante un tiempo que te permita ahorrar y organizarte tu vida.

Siempre he dicho que la gente que ya está en la calle tiene todo el derecho a la ayuda que le corresponde, pero que sobre todo habría que evitar que la gente que está bordeando la situación caiga en ella. Evitar que el número de indigentes crezca. Evitar que nadie más llegue a la calle.

Es fácil de conseguir. Ayudas directas y prácticas, no tonterías teóricas para seguir manteniendo el actual sistema caritativo y asistencialista.

"No das el perfil"

Cuando llegas a la calle y tienes tu primera entrevista con un asistente social corres el riesgo de que te diga "Tú no das el perfil". Fascinante. Tú contestas : "Bueno, ya, pero estoy durmiendo en un banco". Y normalmente él insiste: "Sí, pero no das el perfil"

Me pregunto: ¿Es que hay que tener algún perfil especial para estar en la calle? Parece que sí. Sorprende, ¿verdad?

Para mí este es uno de los problemas que producen ineficacia en los servicios sociales. Siguen manteniendo la idea de que el que está en la calle tiene que ser cuando menos pobre, sin estudios, con algún problema de adicciones y si es posible un poco tonto. Sólo así se puede aplicar el concepto asistencialista y caritativo que intentan mantener como sea.

El problema es que yo he conocido una gran variedad de tipos. Sólo por citar algunos ejemplos: un magnífico batería de jazz-rock, más negro que el sobaco de un mono, mi buen amigo Joe; Gavril, un economista rumano, que trabajó en el Ministerio de Hacienda de su país; un canario maestro de reiki, compañero mío de cuarto, experto en pintura; un licenciado en filosofía pura con tres idiomas; un hispano cubano actor, con trabajos con de Niro y Stallone; un magnífico cocinero de restaurantes conocidísimos de Madrid; un cinturón negro de kempo kárate; además de fontanero, soldadores de primera, economistas, biólogos, creativos publicitarios, chinos, canadienses, mongoles, y por supuesto españoles. Un largo sinfín de profesionales que por alguna circunstancia vital han acabado en la calle.

Para los servicios sociales esto no es interesante. No, hay que dar el perfil, es decir, pobre, sin estudios, alcohólico y un poco tonto.

Y a la hora de ayudarte a encontrar un trabajo con el que intentar rehacer tu vida debes de ser "un inútil sin experiencia".

Es un chiste que utilizamos.

Entrevistador: ¿Qué sabe hacer usted?

Indigente: Yo nada, soy un inútil

E: Pero tendrá usted experiencia en algo.

I: Yo en nada nunca he hecho nada.

E. ¿Entonces a qué viene usted?

I: Por el anuncio. Ese que dice: inútil, presentarse sin experiencia.

Bueno, pues esto, que resulta cuando menos chocante e incluso divertido, para un pobre hombre con toda su vida patas arriba, hundido, con su autoestima por debajo del suelo y normalmente con una depresión importante resulta aterrador, e incluso es posible que le hunda definitivamente.

Llegará a autoconvencerse de que él es tonto, no vale para nada y acabará por abandonar en sus débiles intentos por salir de su situación.

Deberían modernizarse los perfiles. ¿No lo creen ustedes?

Mi primera noche en la calle

Realmente es muy difícil de explicar. ¡La primera noche en la calle! El primer día. Me lo han preguntado infinitud de veces. Es tan difícil de explicar.

Cuando llegas a la calle, la sensación es de irrealidad. Realmente no te crees que estás en la calle. Tienes algunas ayudas para que sea así. Miedo, angustia, estrés, ansiedad, depresión. Todo ayuda para que no seas capaz de poner los pies en el suelo y te des cuenta de la cruda realidad.

Esperas que algo ocurra o que alguien te ayude.

La primera noche, andas, andas, andas, disimulas, te sientas en bancos para cerrar un momento los ojos, disimulas, vuelves a andar...

Supongo que los alcohólicos esto lo superamos con un par de bricks, pero yo no tenia dinero para eso.

Por fin amanece. Empieza la gente a aparecer por las calles. En el fondo sientes alivio. Ya hace menos frío. Yo me metí en el Metro. Pasé unas horas sentado en un vagón. Caliente. Incluso dormité algo. Por fin me fui al Retiro y dormí un poco en un banco al sol.

Así pasan varios días, hasta que por fin una noche, decides que ya no puedes más. El agotamiento te puede y te tumbas a dormir. En cualquier sitio, un portal, una tienda, la calle...

Ese día empiezas a ser una persona distinta. Ya nunca serás igual. La sociedad te ha abandonado y tú abandonas a la sociedad. (Aunque no sea verdad)

Poco a poco, con el paso de los días, de andar, andar y andar, conoces a gente de la calle, te enseñan dónde ir a comer, dónde dormir acompañado, con menos riesgo. Te integras en una nueva sociedad. Aprendes nuevos hábitos.

Aceptas tu situación. Ya nunca volverás a ser igual.

Al rico bocadillo

Uno de los alimentos más corrientes entre los indigentes son los bocadillos. Lógico.

En casi todos los comedores, albergues y conventos o colegios de la Iglesia te dan bocadillos. La gente se aburre de ellos porque la mayoría de las veces son de chopped, de un fiambre de baja calidad y con un escaso número de lonchas.

Pero si uno se mueve, si uno tiene la curiosidad de recorrer los distintos sitios, sobre todo aquellos más alejados de los circuitos habituales, encontrará sorpresas, sorpresas agradables y algunas veces increíbles.

Así diré que en un hospital, gestionado por monjas yo he comido bocadillos de ternera asada con guisantes, de pechuga de pollo -y cuando digo pechuga de pollo me refiero a la pieza entera, con todos sus huesos-, e incluso un día me dieron un bocadillo de empanada. Por supuesto tiré el pan y me comí la empanada, que por cierto estaba buenísima.

En ese mismo sitio un amigo me asegura que le dieron, un día, un bocadillo de codornices, también con todos sus huesitos.

Hay otro convento, en este caso residencia de señoritas, donde suelen dar bocadillos normales de chorizo o salchichón, pero donde a veces te dan bocadillo de huevos fritos con calamares o de pescado con croquetas.

Y finalmente para abreviar diré que hay un colegio, también de monjas, donde dan unos magníficos bocadillos de "san jacobos", o de croquetas o de muslos de pollo. Yo he llegado a pillar uno con cinco muslos, todo ello en una bolsita, con una pieza de fruta y unas servilletas.

Como pueden ver si uno se mueve encuentra auténticas maravillas en esto del bocata. Al rico bocata.

Bueno pues por aclarar un poco este tema que así dicho puede resultar curioso al menos, decir que generalmente esos bocadillos los hacen con lo que ha quedado de comida del día.

A ver no son desperdicios de la comida sino que si por ejemplo ese día han cocinado filetes con guisantes y quedan 7 filetes y unos cuantos guisantes pues si alguien va a por un bocadillo se lo hacen con lo que ha quedado.

Por que en bocadillo? porque es más fácil para una persona que se lo va a llevar y que no va a contar con una mesa y un plato y unos cubiertos donde comerlo. Es sencillamente por eso.

En cualquier caso conozco varias de esas hermanas donde suelen dar bocadillos para las que sería mucho más facil hacerte un bocata de mortadela y ya está pero piensan (y creo que adecuadamente) que muchas veces esa es la comida de una persona para todo el día por lo que intentan esmerarse e incluso calentar el bocadillo.

Espero que se haya entendido correctamente.

Aprender a mirar el suelo

Una de las primeras cosas que se aprenden cuando se llega a la calle es a mirar al suelo. La gente corriente, la que llaman "normalizada", normalmente nunca mira al suelo, salvo charcos o zonas de obras. Lo habitual es mirar a la altura de nuestros ojos o por encima de ellos. Admirar las casas bonitas por donde pasamos, los áticos maravillosos, los escaparates, las mujeres o en su caso los hombres atractivos con los que nos cruzamos, y así un sinfín de posibilidades.

Pues cuando se llega a la calle se aprende a mirar básicamente al suelo. ¿Por qué?, se preguntarán ustedes. Pues porque para los indigentes el suelo, la acera, los bordillos suelen ser proveedores de muchas cosas útiles.

Colillas en buen estado para fumar, billetes de metro sin usar, algunas monedas sueltas y hasta alguna vez algún dinero.

Yo tengo un amigo del que todos decían: "Joder, es que parece que tiene un radar en los ojos". Nunca se le escapaba nada. Cosas que tú no habías visto, él las pillaba.

Yo tengo que reconocer que además de las cosas habituales, por dos veces, encontré 15 euros. Sí, y sorprendentemente en ambos casos estaban en la mitad de la acera, sin nadie en las inmediaciones.

Hay una variante de esta situación, que los que llevan más tiempo dominan, que consiste en mirar en todas las papeleras y contenedores.

Así que con esta situación imagínense como puede estar la autoestima del personal. Siempre mirando hacia abajo.

Lo primero que necesita una persona que está en la calle es ayuda psicológica, levantar la autoestima, creer que se puede salir.

Mirar al cielo. Mirar al futuro.

Asociaciones contra la exclusión(CADIZ)

En la Bahía de Cádiz, existen numerosos puntos donde se ofrece ayuda a indigentes, familias desestructuradas, inmigrantes y sin techo.., en definitiva, todas aquellas personas incluidas dentro del concepto sociológico de «exclusión social».

Además de los servicios sociales de las administraciones municipales, provinciales y autonómicas, al menos el 80% de los centros de día, comedores y albergues para transeúntes dependen de congregaciones religiosas y asociaciones sin ánimo de lucro, aunque generalmente, ambos, servicios sociales públicos y privados, funcionan coordinados.

Cáritas es uno de las instituciones de carácter religioso con mayor presencia en la provincia, aunque los voluntarios que llevan a cabo la labor de ayuda son generalmente laicos. «Prácticamente en cada municipio en el que hay una parroquia está Cáritas», explican desde la institución.

En la capital, por ejemplo, un total de 20 parroquias cuentan con agrupaciones de voluntarios que atienden no sólo a indigentes, sino también a familias desestructuradas.

En Cádiz, además, existen dos albergues sociales, uno de ellos de carácter municipal, de 22 plazas, y el de la Orden de Caballeros Hospitalarios. En cada uno de ellos, se realizaron el año pasado un total de 2.000 pernoctaciones, teniendo en cuenta que cada persona sólo puede permanecer un máximo de tres días. Además, dos fundaciones disponen también de comedores sociales: el de Virgen Valvanuz y el de la congregación de Hijas de la Caridad, conocido como María Arteaga.

En otros municipios como Chiclana, órdenes como las Hermanas Compañía de la Cruz, el Centro de Ayuda Social Nueva Vida o la Asociación de Ayuda al Marginado Social Agape. Desde la labor municipal, sin embargo, el centro de acogida para personas sin hogar, construido hace apenas tres años en el Palomar, ha sido cerrado.

En la vecina San Fernando la Sociedad de San Vicente de Paúl dirige el albergue Beato Federico Ozanam, que acoge c ada día a un máximo de 23 personas.

Jerez dispone, por su parte, de un albergue municipal y el comedor del Salvador.

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Problemas en el alberge de Jerez de la frontera

Los ’sin techo’ de Jerez aseguraron ayer, en el transcurso de una concentración de protesta, que "en ocasiones se nos niega el acceso al Albergue Municipal a pesar de que en el interior hay camas vacías y fuera la noche es muy fría". Así lo manifestaba ayer Antonio Rodríguez-Guerra, un ’sin techo’ que llegara a ejercer la abogacía antes de quedarse en la calle, según dice, "por un divorcio". "Allí -en el Albergue- apenas te dejan dormir tres días cada tres meses, mientras que hay personas, extranjeros en su mayoría, que pernoctan durante meses". "A ellos, y no somos racistas por decirlo -manifestó el portavoz Juan Choquet- los tratan de mejor que a nosotros, que somos de Jerez".

Una representación de los ’sin techo’ de la ciudad se concentraron ayer ante la sede de Siloé, en el Parque de La Plata, para protestar por la situación que padecen "ahora justamente que acaba el verano y aún no han llegado los fríos del invierno". La concentración sirvió de encuentro con los medios de comunicación y para que el portavoz, que ya lleva cuatro años durmiendo a la intemperie, denunciara el abandono que sufren por parte del Ayuntamiento. Este colectivo se ofreció ayer a reparar "y poner en condiciones" un local o nave que el Ayuntamiento les cediera para no tener que pasar las noches en la calle. "Aquí tenemos fontaneros, carpinteros, electricistas, albañiles... Nosotros seríamos capaces de llevarlo a cabo. Para eso sólo hace falta que nos cedan uno de los numerosos locales vacíos que tiene el Ayuntamiento".

Para los indigentes, si los responsables políticos "como Zapatero o Chaves pasaran una noche con nosotros estamos seguros de que a partir de entonces hablarían mucho más de la calle, ese lugar donde te tiran naranjas o basuras".

El mayor apoyo que reciben los ’sin techo’ de Jerez proviene básicamente de tres organizaciones jerezanas, "El Salvador, el voluntariado de Cruz Roja y Siloé. Además, agradecen el interés, muy especialmente, de dos personas, Mila, del Albergue, y Toni, de ’El Salvador’, "que son los únicos que nos visitan todas las noches para ver si nos pueden ayudar en algo".

Mañana miércoles por la tarde, los ’sin techo’ se entrevistarán con el PP, pedirán una audiencia con la alcaldesa y redactarán una carta a la atención del Defensor del Pueblo.

Enlace a la noticia: Ver noticia en diariodejerez.es

Así vive un ’sin techo’ en Jerez

Juan Choquet, que se ha erigido en el portavoz de los ’sin techo’ de Jerez, lleva ya 4 años viviendo en la calle. Su compañero Rafael Loreto, apenas ocho días. El viernes saltaron a la actualidad debido a la concentración que tienen previsto celebrar el próximo lunes en las inmediaciones del parque de La Plata para que el Ayuntamiento se involucre más en un problema social "que afecta en Jerez a unas 80 personas".

"En la mayor parte de los casos, sobre todo entre los hombres, es un divorcio lo que precede a quedarse sin nada". Juan Choquet cobra una pensión de 1.200 euros de la que apenas le quedan 300 para mantenerse todo el mes. "Pagar un alquiler es sencillamente imposible con lo que te queda. Con el divorcio pierdes a tu familia, tu casa y lo que es peor, pierdes tu vida". El alcohol, ya sea antes o después de que la persona se convierta en un ’sin hogar’, está presente. Juan se abre completamente a la hora de reconocer que padece problemas de alcoholismo. Forma parte de la legión de consumidores de vino blanco en tetra brik a razón de 50 céntimos el litro.

"Estar en la calle -narra- es terriblemente duro", buscando siempre las mejores condiciones para pasar una noche que casi siempre se hace demasiado larga. Estar en la calle "agudiza el ingenio", que es lo que ha llevado a muchos de sus compañeros a buscar curiosas fórmulas para dormir más o menos en condiciones. "Hay quienes se van a las Urgencias del Hospital en invierno y dicen que tienen un familiar ingresado, pero los vigilantes tarde o temprano terminan echándolos. También ha habido quienes han apostado por ocupar una casa vacía, una fórmula que, aparte de problemas legales, tampoco es solución "pues como están las cosas lo máximo que han conseguido permanecer dentro ha sido un mes".

Para mantenerse con una apariencia decente, ambos, Juan y Rafael, se buscan la vida. "En Siloé -una organización a la que de forma constante muestran su agradecimiento- podemos desayunar, también nos dan bocadillos y podemos ducharnos. A la hora de comer vamos a El Salvador. También nos ayuda tres días a la semana la Cruz Roja, que nos da galletas, leche y caldos calientes los lunes, miércoles y viernes. Les damos las gracias, pero los cuatro días que no vienen se les echa de menos".

"Entre nosotros -continúa Juan Choquet- hay quienes piden, y quienes no lo hacen. Se trata de personas que no tienen ni un euro. Nosotros (dice por él y Rafael) por lo menos tenemos una pensión". El panorama local en lo que a los’sin techo’ se refiere es, según dice, "desolador". "Aquí hay ciudadanos checos, alemanes, ancianos... pronto estará con nosotros una muchacha con tres hijos que se va a quedar en la calle por no poder pagar la hipoteca, también hay una inválida y hasta personas enfermas que ven visiones y que deberían estar en un hospital y no al cielo raso". Es justamente bajo ese cielo donde duerme Juan. Rafael tiene más suerte ya que ha conseguido que un sobrino suyo le cobije en la caseta de la obra donde trabaja como vigilante.

La postura del resto de ciudadanos con los ’sin techo’ es, sobre todo, indiferente, "si bien se han dado casos de niños que la han emprendido con nosotros a ladrillazos. Contra eso no puedes hacer nada. ¿Qué vas a hacer? Si los persigues te buscas un lío fijo. Más grave fue el caso de un compañero al que le prendieron los cartones donde dormía y acabó con quemaduras en una pierna. Eso es la calle".

El la actualidad, el hombre que más tiempo lleva sin un techo en Jerez es un puertorrealeño. Se llama Francisco Piñero pero entre su colectivo es más conocido por el apodo de ’Willy’. Lleva nada más y nada menos que quince años al raso. "Lo malo de esta mala vida -dice Juan- es que cuando pasa tanto tiempo llegas hasta a acostumbrarte a ella".

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Viaje al corazón de la indigencia(Jerez de la frontera)

Cuando hablamos de un sin techo solemos imaginarnos un individuo sucio, mal vestido, que huele muy mal y va arrastrando unos cartones. Pensamos, quizás, en un individuo hecho polvo, agarrado a un tetrabrick de vino y que habla en voz alta desvariando. Hasta alcanzamos a verlo durmiendo en unos soportales o en un cajero automático, cuando, eso sí, no lo esquivamos o desviamos la mirada para no sentirnos culpables o afectados. Pero no siempre es así. Muchos -más de lo que los clichés nos hacen pensar- ni son alcohólicos ni pasan las horas bebiendo ni desvarían. Lo que sí define siempre a estas personas es la falta de un techo.

Cuando hablamos de una persona sin hogar, por su parte, nos referimos a aquella que, si bien tienen un techo en el sentido literal de la palabra, le falta todo lo que supone vivir en un hogar verdadero. Malvive quizás en algún albergue o en una pensión barata. Pero carece de las mínimas condiciones para vivir con dignidad y apenas tiene recursos para comer. Hay muchas personas que son sin hogar que permanecen agazapadas, ocultas, puesto que la soledad, el sufrimiento y la angustia se pueden disfrazar, pero no por ello su situación deja de ser también un auténtico drama.

No existe ningún informe oficial que determine cuántas de estas personas hay actualmente en Jerez, pero los que trabajan con ellos a diario coinciden en señalar que podría haber algo más de una veintena de sin techo y entre 30 y 40 sin hogar. Posiblemente haya más, porque saben que siempre los hay que permanecen ocultos por aquello de la vergüenza.

LA VOZ ha querido conocer cómo viven recorriendo los diferentes puntos de la ciudad donde se localizan una buena parte por la noche. Y ha contado con uno de los mejores guías posibles, una persona que los conoce muy bien, que trabaja con ellos a diario y que les ayuda dentro y fuera de su horario laboral. Se trata de Toni Guillén, educador social del comedor social El Salvador de las Hermanas de La Caridad.

Primera parada

Este viaje al corazón de la indigencia de Jerez comienza en la Rotonda de los Casinos. Son las nueve y se supone que está a punto de llegar una furgoneta con voluntarios de Cruz Roja que reparten café, caldo caliente, zumo, leche y unas bolsas con bocadillos, magdalenas y zumos a los sin techo, sin hogar y, en definitiva, a cualquier persona o familia que lo necesite. Lo hacen cuatro veces por semana (lunes, martes, miércoles y viernes) y tienen ya fijadas distintas paradas en la ciudad.

El primero en aparecer por la Rotonda de los Casinos es Juan Pedro González. Llega comiendo un tomate, cuyo jugo llena de lamparones el jersey de pico que lleva puesto. Es de color crema claro, con lo que resulta imposible no fijarse en las manchas. Tiene 34 años, es esquizofrénico y padece, además, una deficiencia mental. Vive en una pensión que le ayudan a costear Cáritas, el comedor social El Salvador y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Jerez porque con los 328 euros mensuales que percibe de paga no contributiva no le llega.

No tarda en reconocer a Toni Guillén, lo que le hace volver del mundo en el que parece perdido. Comienza entonces a hablar sin respiro, sin importarle que entenderle sea poco menos que misión imposible por los problemas que también padece en las cuerdas vocales, circunstancia que, sin embargo, no le impide fumar entre tres y cuatro paquetes de tabaco diarios.

Mientras Juan Pedro sigue contando batallitas y mostrando a todo el que quiere prestarle atención las numerosas medicinas que porta en unas bolsas de plástico, van llegando más personas que también esperan a la furgoneta de Cruz Roja, que esta noche lo hace con retraso porque se ha entretenido en una parada anterior. Llegan a ser una quincena, aproximadamente, los que aguardan haciendo frente con paciencia a un frío tracionero que acaba calando en el cuerpo.

Ramón, Loli, Alfonso, Agustín, Rosario, el mencionado Juan Pedro... Cada uno con su historia a cuestas. Todos se conocen, aunque conversan en grupos diferenciados. Toni Guillén cree que la presencia de un periodista y un fotógrafo de LA VOZ ha ahuyentado a varios de ellos porque no quieren salir retratados.

La furgoneta con cinco voluntarios de Cruz Roja llega a las diez menos cuarto. Reparten la bebida y los alimentos mientras saludan, abrazan y besan a muchos de los que se acercan a llevarse algo. El proceso dura unos 20 minutos y transcurre sin incidentes.

Amor en la calle

La siguiente parada es un soportal de Divina Pastora. Vamos en busca de un sin techo llamado Raúl. Supera los 50 años de edad y es de los que «lleva toda la vida viviendo en la calle». Cuentan que hace poco que le ha cambiado la vida, pero no porque haya encontrado una casa, sino porque ha encontrado el amor después de tanto tiempo. Su pareja es también una sin techo, más o menos de la misma edad, que está enferma y cuya vida está condicionada por una silla de ruedas. Dicen los voluntarios de Cruz Roja que «se ha volcado con ella y está todo el día cuidándola y pendiente de que no le falte nada; está encantado».

Pero no tenemos suerte. No están en su rincón habitual, bajo los toldos de un conocido restaurante cuyo propietario les permite pasar allí las noches. Así que Toni Guillén nos guía a otro lugar: la barriada de La Plata.

En unos soportales junto al Centro de Día Siloé acostumbran a dormir y pasar buena parte del día un grupo de sin techo. Son las diez y media y sólo hay una persona, aunque varios colchones, cartones y mantas evidencian que son bastante más los que han convertido ese espacio en su hogar.

Se trata de Paco. Tiene 55 años y lleva 15 en la calle. Está dormido, semidestapado y en una postura que evidencia que se ha quedado frito tras dejarse caer de mala manera. Se despierta al detectar la presencia de Toni y los periodistas. El alcohol que ha ingerido impide entenderle con claridad, aunque el habla se le va haciendo algo más comprensible con el paso de los minutos.

Cuenta que está pasando una mala racha. El día anterior había ido a Puerto Real a ver a su mujer y su hija y se enteró de que la primera «había vendido la casa por 21 millones de pesetas». Relata que, encima, otro sin techo le ha robado 40 euros en el parque de La plata. Está desolado y suelta una sentencia que eriza la piel: «Estoy solo en esta vida y no tengo nada ni a nadie; estoy muerto».

Tras escucharle y regalarle palabras de consuelo -además de media docena de cigarrillos y un mechero-, Guillén nos reconoce en voz baja que, efectivamente, Paco tiene una salud muy delicada y que habría que hacer algo con él para evitar «una desgracia». Explica que su principal problema «es que no come nada, pero nada de nada; si acaso una tostada por la mañana en Siloé, después todo lo que se mete es bebida».

No llega ningún compañero de Paco. Al parecer, la Policía ha detenido a uno de ellos y cuando sucede algo así es habitual que «den la espantada durante un tiempo por si acaso, pero después acaban volviendo porque éste es su sitio».

Llega el momento de la despedida. Paco estrecha con fuerza la mano de los periodistas y del educador social. Pero una frase rompe el silencio de la noche cuando nos hemos alejado unos 20 metros y estamos cerca de llegar al coche.

Toni, ¿te quiero!

El siguiente destino es Madre de Dios. El objetivo ahora es encontrar a Manuel, un sin techo al que los responsables de El Salvador hace tiempo que perdieron la pista y que, según acaba de saber Guillén, podría estar en unos soportales de la zona. Y, efectivamente, allí está. Pero lleva un rato dormido y, tras comprobar que se encuentra bien, nos encaminamos a la plaza de San Lucas.

Okupas

En esa zona hay bastantes casas abandonadas y varias de ellas han sido ocupadas por personas sin hogar. Es el caso de Loli Pizarro, de 40 años, y Alfonso Martín, de 36. Son pareja desde hace algo más de once meses. Han ocupado una vivienda situada en la primera planta de un inmueble apuntalado y que se encuentra en un pésimo estado de conservación. Los bajos son una sucesión de habitáculos donde se acumulan los escombros y donde permanecen las visibles las pruebas de que aquello fue en su tiempo un chutadero.

Su hogar, sin embargo, es todo lo contrario. Ellos mismos lo sanearon, limpiaron y arreglaron hasta convertirlo en una coqueta vivienda que, a pesar de sus escasos 15 metros cuadrados, goza de una aperente habitabilidad. Tiene una cocina, un saloncito y un cuarto, todo de dimensiones reducidas. Eso sí, ni nevera ni cuarto de baño ni grandes lujos. Lo más parecido a esto último, una televisión de segunda mano por la que pagaron 20 euros, según cuentan.

La historia de sus vidas merece un capítulo específico, igual que las de muchos otros sin techo y sin hogar de Jerez, como los mencionados Juan Pedro y Paco, que este periódico contará a partir de mañana en sucesivas entregas individualizadas. Son los rostros de la pobreza en esta ciudad, unos rostros con nombres y apellidos.

Son casi la una de la madrugada y, como prácticamente toda la ciudad, los sin techo y sin hogar también duermen. Quien suscribe también lo intentaría, aunque el viaje que acaba de concluir no se lo pondría fácil.

Gente que ayuda. Miguel Sánchez Pastor


Si Dios ejerciera de escritor y todos fuéramos sus personajes -hay quien lo duda y lo publicita en los autobuses-, Miguel Sánchez Pastor sería sin duda el protagonista de un capítulo en el que estarían mezclados el drama y la esperanza. No hay más que escuchar su historia. Actualmente trabaja en un centro (el Luz Casanova) que acoge a inmigrantes, mendigos y sin techo en general. Precisamente en la misma Casa de Acogida a la que acudió como transeúnte en 1998 porque el tobogán de la vida le había llevado a la parte más baja, esa en la que es preciso que alguien te tienda una mano para levantarte. Ahora Miguel, aunque no da por bueno todo lo vivido (las ha pasado canutas, como vulgarmente se dice), sí al menos siente que el futuro no es tan negro como su mismo destino le había buscado. Lo ha desafiado y, por ahora, le ha ganado.

-¿Sabe? Lo más importante en esta vida es sentirte útil. Y yo me siento agradecido de que me necesiten.

Tiene 60 años, lleva jersey de lana gorda y aire de sabio despistado, de un Ramón y Cajal que no sabe donde ha puesto las gafas o el tabaco. Es locuaz y amable, aunque comedido en sus palabras y sus gestos cuando no quiere internarse demasiado en los avatares de su vida. Nació en Jaén y a los 10 años fue abandonado en la Casa de los Hermanos Obreros de María de Granada. Allí estuvo cinco años y a los 15 se escapó para llegar a Barcelona. Ahí comenzó su vida errante. Dice que emprendió varios trabajos pero que un pequeño defecto físico en el ojo casi siempre le impedía ser contratado por una empresa. Ese defecto no fue impedimento para que (engañando a los revisores) consiguiera ir a la mili.

-Era algo que me apetecía. Antes todos los jóvenes queríamos hacer el servicio militar. Yo estuve en el Sáhara, con los regulares. Con los Hermanos Obreros de María aprendí humildad y en la mili disciplina.

Comilonas y tonterías

Después vino su etapa dulce, si es que se le puede llamar así a esa época en la que uno decide formar una familia. Se casó con una abogada y tuvo dos hijos. También encontró trabajo en una inmobiliaria, con una empresa que se dedicaba a las subastas de viviendas.

-Pero no le encontraba sentido a mi vida. Todo era trabajo, comilonas, borracheras y tonterías. Ese vacío que sentía me llevó a ser un alcohólico y a otras cosas más fuertes. Estuve enganchado a todo lo habido y por haber.

Y se rompió el hogar. Dice que pactó con su esposa su separación y su posterior huida y se vino a Granada «con una mano atrás y otra 'alante'», comenta con ese deje andaluz que nunca le ha abandonado.

Recuerda de aquellos años de vagabundo un viaje que hizo en el coche de San Fernando -unos ratos a pie y otros andando- desde Almería a Granada por La Alpujarra.

-Salí con trescientas pesetas y llegué a Granada con veinte duros. No cogí ningún autobús y dormía en el campo. Las almendras y los higos fueron mi alimento.

Dice Miguel que ha pasado muchas noches al raso, pero nunca en las ciudades. Prefiere la compañía de los árboles y de los pájaros. También dice que ha sido un vagabundo, pero no un mendigo porque nunca ha pedido dinero.

-Por no pedir no pedía ni tabaco. Compraba papel de liar y con las colillas que encontraba me hacía mis cigarros. Ahora sigo liando mis cigarros, pero ya compro la picadura.

Confiesa Miguel que una persona que le ayudó mucho en esa etapa de su vida fue Manuel Vílchez, un sacerdote de Dúrcal que tenía una especie de centro de rehabilitación en la sierra. Con él estuvo dos años en un ambiente de paz y trabajo que le ayudó a replantearse su vida.

-Me di cuenta de que me estaba volviendo muy egoísta. Vivíamos como los monjes, pero muchas noches me sentaba en alguna peña y veía las luces de los pueblos en la lejanía. ¿Qué estará pasado allí?, me preguntaba.

Fue cuando decidió volver a Granada y a su Casa de Acogida. Allí, dice, hay cuatro fases (Acogida, Observación, Normalización e Integración) que muy pocos transeúntes consiguen cumplir.

-Yo es que lo tenía muy claro. Quería reintegrarme en la sociedad. Eché curriculum como experto en mantenimiento por todos los hoteles de Granada. Pero nadie me contrató. Claro, también es que yo ya tenía 50 años.

En la Casa de Acogida, en su Casa de Acogida, hacía de 'manitas', tan pronto arreglaba un grifo que un enchufe. También se especializó en los ordenadores. Hasta que allí decidieron que Miguel podría tener un pequeño sueldo si atendía la portería los fines de semana y los días de fiesta.

Superación

Miguel se ha convertido, primero desde su experiencia personal y luego desde su puesto de conserje en la Casa de Acogida, en un profundo conocedor de los sin hogar y de su modo de proceder, en el que, a veces, se incluye la picaresca.

-Hoy cualquier mendigo o indigente tiene en Granada la comida y el techo asegurado, el problema son las dependencias y los vicios. Hay muchos que se van porque dicen que en la calle ganan dinero pidiendo. Otros porque no quieren aguantar las normas que aquí hay. Y otros utilizan esto como si fuera una pensión gratis. ¡Yo he visto llegar aquí a transeúntes hasta en taxis!

Dice que la mayoría están agarrados a ciertos hábitos marginales de supervivencia; lo que a su vez les lleva a muchos a acomodarse en su situación y a una falta de ganas de integrarse socialmente. Por eso dice que lo importante es que uno quiera superarse.

Él es un ejemplo de que la recuperación personal es posible. Dice que no es feliz pero porque sabe que la felicidad es una utopía, pero que ha llegado a estar contento consigo mismo. Que ya es mucho.
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Sevilla. El albergue municipal abre con 111 plazas más para los ’sin techo’

El albergue municipal abrirá sus puertas con 111 plazas más tras culminar el proceso de ampliación de este edificio, sito en la calle Perafán de Ribera, que ha pasado de 54 a 165 camas. El albergue pone en marcha la totalidad de sus espacios y servicios con la pretensión de ir ocupando de manera progresiva aquellos módulos específicos para las intervenciones de emergencia social.

Este centro de acogida municipal quedó parcialmente destruido en 2001 por un incendio, que redujo a 34 el número de plazas. Durante el último lustro las colas de las personas sin techo han sido muy frecuentes en las puertas del albergue, sobre todo durante el invierno, a causa de las inclemencias meteorológicas. Siete años después del incendio, el centro municipal abre con las estancias remodeladas y ampliadas.

Tras una visita girada a las instalaciones de Perafán de Ribera donde se firmó la recepción provisional de la obra, la delegada municipal de Bienestar Social, Emilia Barroso, subrayó que será el lunes (2-2-2009) cuando se envíe el informe a la Delegación de Conservación de Edificios Municipales para la puesta en marcha del nuevo albergue. En cuanto a la fecha de inauguración oficial, Barroso señaló que lo "estrictamente necesario" es "ocupar las plazas y quitar a la gente de la calle", si bien aseguró que ésta se producirá antes de que empiece marzo.

Las instalaciones ya funcionan las 24 horas. Los nuevos módulos están destinados a la intervención a largo plazo, a unidades familiares y a las emergencias sociales. Se prevé que los de inserción social se cubran rápidamente, mientras que los familiares o los de emergencia lo harán "conforme se produzca la necesidad". "No pretendemos tenerlos vacíos, pero sólo serán para alojamiento, y si vemos la necesidad lo utilizaremos", añadió.

Al margen de las camas específicas para hombres (43) y mujeres (24), se han establecido módulos específicos para la intervención a largo plazo, con nueve apartamentos de dos personas cada uno que cuentan con sala de estar, cocina, cuarto de baño y dormitorio. Para otras problemáticas más centradas en la unidad familiar, el nuevo albergue cuenta con nueve módulos habilitados para dar cabida a una media de cinco personas que se encuentren en situación de emergencia, "y que puede ir desde un desahucio al incendio de una vivienda".

Barroso especificó que existirán módulos específicos de emergencia social -35 plazas- para atender a personas sin hogar durante días de inclemencias meteorológicas o a aquellas personas "que nos podamos encontrar en mitad de la noche". Por último, habrá un total de 20 plazas asignadas al centro de día, "con un carácter más lúdico y de ocio".

Sobrevivir a la jungla de asfalto(buscarse la vida en Huelva)

Han imaginado alguna vez cómo debe verse el mundo sin un techo bajo el que cobijarse, sin una cama cómoda en la que dormir, sin recursos para llevarse algo a la boca? Ante esta delicada situación vital, las personas indigentes elaboran sus propias estrategias para sobrevivir a la jungla de asfalto, al devenir de días plagados de retos constantes. Estas habilidades las recoge el trabajador social del Centro Puerta Abierta de Cáritas en Huelva Daniel Rengel en un informe titulado La satisfacción de las necesidades básicas de las personas sin hogar en Huelva: estrategias de supervivencia, que se traduce en el lenguaje de los callejeros como "formas de buscarse la vida" y significa mucho más que conseguir dinero: subsistir.

Para obtener un pequeño fondo pecuniario, es habitual la mendicidad, pero su forma ha variado en Huelva en los últimos años. De hecho, ya no es usual ver a personas exhibiendo deficiencias físicas o acompañadas de menores, buscando la lástima, y sí frecuentando las puertas de iglesias para buscar la caridad.

Sin embargo, una de las prácticas más comunes entre las personas sin hogar es "ofrecer alguna habilidad manual o artística a cambio de una contraprestación económica". Así, algunos fabrican y venden artesanía, otros representan mimos, hacen malabares, echan las cartas, tocan algún instrumento musical, tocan la guitarra y cantan, venden flores o hierbas aromáticas, etcétera. Aparcar coches, recolectar chatarra para venderla luego, la prostitución, la venta ambulante o, sencillamente los robos, son actividades comunes entre las personas sin hogar.

A veces, algunos indigentes desarrollan trabajos temporales y esporádicos. Pero, indica Rengel, "estar en la calle y tener un trabajo normalizado es un binomio irreconciliable"

La alimentación es uno de los elementos más fáciles de conseguir, en el sentido de que los acogidos en el albergue municipal tienen garantizadas tres comidas al día, el desayuno se ofrece en el centro Puerta Abierta de Cáritas y el almuerzo, en los comedores sociales Virgen de La Cinta y el de La Hispanidad. No obstante, los contenedores cercanos a centros comerciales pueden proporcionar comida, algunos bares y comercios del centro ofrecen tapas y bocadillos a los que lo piden o los comerciantes del Mercado del Carmen regalan pescado, carne o verdura a cambio de una pequeña tarea de ayuda.

Para que lleguemos a ver a una persona durmiendo bajo cartones en una plaza es necesario que se haya completado el proceso de exclusión social, que "las relaciones sociales, familiares y afectivas se hayan desarticulado hasta tal punto que han quebrado".

En el caso del alojamiento, la cosa se complica. La viviendas de familiares y amigos son los recursos que están más a mano para las personas sin techo, aunque "no es una posibilidad muy usada, ya que la mayoría se caracteriza por la carencia de redes de apoyo". Las pensiones suelen usarse en el instante en que la persona se queda por primera vez en la calle o cuando logra obtener algunos ingresos, pero rara vez pueden permitirse pagar 15 euros por día. El albergue municipal es un buen lugar para reponerse de las vicisitudes de la calle, pero el tiempo de estancia es limitado y los transeúntes deben cumplir normas y horarios que no son compatibles con su día a día. Por ello, suelen optar por refugiarse en casas abandonadas, donde, a pesar de carecer de suministro eléctrico y agua, pueden asearse en privado y dormir resguardados, así como protegerse del robo de sus escasas pertenencias, una actividad frecuente entre los callejeros.

La mayor pérdida de privacidad se produce cuando uno se ve abocado a dormir en la calle. "Es la peor, la última opción", señala Rengel, y le genera "desorganización, estrés y descontrol que se arrastra el resto del día". Los lugares más habituales para guarecerse son los cajeros automáticos, las cuevas del Conquero, vehículos abandonados, salas de espera de los hospitales (haciéndose pasar por enfermos), portales o rellanos, garajes, parques, jardines, plazas, el interior de edificios en construcción o chabolas.

El aseo, otra necesidad vital, es un buen indicador del grado de degradación personal que padece el indigente. Además, es indispensable, asegura Rengel, estar aseado para tener más posibilidades de lograr algún ingreso de cara al público. Para mantener la higiene, los ’sin techo’ suelen acudir al centro Puerta Abierta de Cáritas, donde se le provee de todo lo necesario para ello (ropa interior, toalla, ducha individual, maquinilla de afeitar...) dos días por semana. Los menos, se acicalan en casas de amigos o familiares, mientras que otros tantos lo hacen en servicios públicos de bares o centros comerciales o utilizan el agua de las fuentes de parques y plazas. En Cáritas, Madre Coraje o Centro Reto pueden renovar su vestuario, así como a través de donaciones de vecinos de la zona que frecuenta o rescatándola de contenedores.

El desgaste personal que conllevar vivir con el cielo como techo conlleva numerosas enfermedades, las más frecuentes, según Daniel Rengel, son "las infecciones parasitarias, ocasionadas por la falta de higiene"; las dermatológicas o los problemas de circulación derivados de los largos recorridos que suelen realizar a pie y con mal calzado las personas sin hogar.

La Junta congela las subvenciones a Cáritas pese al aumento de la pobreza

La Consejería de Igualdad y Bienestar Social mantendrá el mismo importe que viene entregando a Cáritas para subvencionar la labor social que esta organización católica realiza en Andalucía. En una contestación al PP, la Junta admite implícitamente que la cifra de 2009 se congelará al afirmar que este año no habrá subida pese a la situación de crisis y el aumento de la peticiones de ayuda.

Por su parte, la diputada popular por Córdoba María Jesús Botella, interpeló a la consejera Micaela Navarro sobre este particular en la última comisión parlamentaria sin lograr que diera su brazo a torcer, amparándose en que son programas bianuales.

El informe al que ha tenido acceso ABC se refiere a 2008 y aclara que en 2009 «son las mismas cantidades». Así sucede para Córdoba, donde los servicios de acogida, atención básica e información a personas sin hogar ofrecidos por la organización caritativa en Fundación Obispo Fray Albino tiene el mismo presupuesto para el año 2009 que para el 2008, esto es, 51.913 euros. A nivel andaluz, esa cantidad se sitúa en 887.701 euros al año.

Albergues

En toda la comunidad, el mayor importe se destina a los albergues y centros de corta y larga estancia para los sin hogar, con 162.696 euros. Huelva (161.744 euros) y Málaga (158.684) las provincias que más reciben; las menos favorecidas son Granada (21.859) y Cádiz (34.934).

En un comunicado remitido a ABC, Botella lamenta que la consejera Micaela Navarro, no haya tenido el «empuje político» de anunciar un incremento de los fondos para Cáritas, a pesar de la crisis económica.

En municipios como Palma del Río, las peticiones de ayuda a la entidad católica se incrementaron en el último año alrededor de un 30 por ciento, mientras que en Pozoblanco ese aumento es del 40 por ciento, y en Montilla roza el 60 por ciento.

La consejera de Igualdad aludió a la dificultad de modificar unos programas de colaboración que ya han sido firmados a través de un convenio. Ante este pretexto, la parlamentaria popular pide flexibilidad, y llega a tildar de «vergüenza» que el Gobierno andaluz sí acepte modificar los presupuestos para «gastos corrientes superfluos o para altos cargos, o para publicidad y propaganda».

Mientras, María Dolores Vallecillo, directora general de Cáritas en Córdoba, recordó el compromiso adquirido por la Junta de subvencionar hasta el 80 por ciento de las plazas de que dispone la Residencia San Pablo, que Cáritas espera abrir a finales de este mes en la calle Acera del Río. El centro, que contará con cincuenta plazas para mayores, se inauguró en marzo pero aún no está disponible.

Personas Sin Hogar ¿quienes son?

Persona que vive en las calles de las ciudades, y temporalmente en albergues, a causa de una ruptura encadenada, brusca y traumática de sus lazos familiares, sociales y laborales.

El miedo a revivir situaciones traumáticas suele provocar en esta persona rechazo (de distintos grados según la persona) a volver a intentar llevar una vida laboral y a rehacer relaciones familiares y sociales.

También la extrema indigencia a la que le conduce esta situación es un obstáculo para ello.

Persona Sin Hogar es el nivel máximo de exclusión social que realiza una sociedad moderna.

Causas

Se suele incidir en que las razones por las que estas personas se encuentran en esta situación son rupturas de lazos de tres tipos:

* Ruptura de lazos familiares y personales. No tienen una relación habitual o no mantienen ya ningún contacto con su familia directa e indirecta. Puede deberse a la muerte de uno o varios miembros, a una pelea familiar, a la distancia que les separa, a una adicción, a una enfermedad o transtorno físico o mental, etcétera.

* Ruptura de lazos laborales. Las personas sin hogar no tienen empleo o no tienen un empleo fijo que les proporcione ingresos estables. Aunque, probablemente, lo tuvieron. Se calcula que un 10% de estas personas tiene incluso estudios universitarios.

* Ruptura de lazos sociales. La persona sin hogar (antes o después de serlo) puede perder sus amigos o puede tener dificultades institucionales (problemas judiciales o con la policía). Puede ser un proceso gradual o una ruptura brusca porque sus amigos le den la espalda al no aceptar su indigna situación.

En psicología suele denominarse a estos acontecimientos "sucesos vitales estresantes". Se trata de rupturas que pueden y suelen caracterizarse por tres rasgos:

* Son encadenadas. Es decir, una ruptura puede conducir a otra. Por ejemplo, la pérdida del trabajo puede provocar que la persona pierda los lazos familiares o, a la inversa, una fuerte ruptura familiar (por una muerte, una pelea, un maltrato, una adicción) le lleva a la persona a perder también el trabajo por no poder realizarlo correctamente debido a sufrir una profunda depresión.

* Son traumáticas. Provocan un alto sufrimiento psicológico en la persona, de manera que su voluntad puede verse de tal manera debilitada que no encuentra motivación para volver a rehacer sus lazos y llevar una vida digna. Además, la vida en la calle suele agravar aún más esta apatía.

* Son bruscas. Puede que la persona haya vivido varios grandes traumas encadenados y alejados en el tiempo durante su vida, pero probablemente uno de ellos le lleva directamente a la calle. Es decir, vivir en la calle no es algo meditado, sino una solución precipitada para alejarse del dolor o la única opción tras ser expulsada de su lugar de residencia habitual.

El perfil de las personas sin hogar

Según datos de diciembre de 2005 del Instituto Nacional de Estadística español, el 82,7% de las personas sin hogar son varones. La edad media de este colectivo es de 37,9 años y sus ingresos medios son de 302 euros al mes.

Además:

- Casi la mitad de esta población tiene hijos (46%), aunque sólo una décima parte vive con ellos.

- El 30% de las personas sin hogar es abstemia y nunca ha consumido drogas.

- El 37,5% lleva más de tres años sin alojamiento propio.

- La mitad de la población sin hogar busca trabajo.

- El 51,8 % son españoles y el 48,2 % extranjeros.

- Los extranjeros sin hogar llevan, de media, tres años y siete meses en España y un año y 11 meses en la comunidad autónoma donde se les ha localizado.

Asistencia y reinserción

A través de las instituciones públicas, las organizaciones de beneficiencia y las ONG, se han dado muchos tipos de atención a este colectivo:

Asistencia. La atención a las personas sin-hogar, mayoritaria y tradicional, ha consistido en la provisión de servicios de necesidades básicas a las personas sin hogar como duchas públicas, servicios de lavandería, albergues o comedores sociales por precios muy reducidos o gratuitamente. Este tipo de servicios deben ir acompañados de otro tipo de programas mása encaminados a la inserción social para lograr una mayor autonomía de las personas.

Inserción sociolaboral. Consiste en ofrecer un acompañamiento a personas que están en situación de exclusión laboral y social, con el objetivo de incorporarse en el mercado laboral. Tras unos talleres de formación previa, la inserción se desarrolla dentro de un entorno productivo, con funcionamiento de empresa, que resulta educativo para la persona.

Prensa social. Su principal objetivo no es la información, sino convertirse en un recurso para colectivos marginados que evite la mendicidad u otros métodos peores de hacerse con dinero como pueden ser la prostitución, la venta ilegal o los robos. Esta prensa es la que vemos distribuirse por la calle y de la que parte del precio de cada ejemplar vendido va destinado al vendedor, que puede ser una persona parada, una toxicómana en proceso de rehabilitación, una persona sin hogar y -últimamente muy habitual- una persona inmigrante. Algunos ejemplos son Milhistorias y la desprestigiada La Farola.

Rutas de calor y café. Se trata de salidas nocturnas de voluntarios hacia puntos donde se han localizado previamente a personas sin hogar. El café con leche o el bocadillo que se ofrecen no es más que un pretexto para romper el hielo. El objetivo es romper la incomunicación de la vida de las personas sin hogar y servirles de lazo con los recursos sociales.

Otros. También existen talleres literarios, talleres de interpretación y hasta un campeonato mundial de fútbol calle, en el que también ha participado la selección española de personas sin hogar.